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26 de enero de 2011

Fidelización

Hará unos quince años que escuché por primera vez este término, fue durante mi periplo por el mundo de la comunicación y la publicidad. Por aquel entonces yo sólo había oído hablar de fidelidad en las relaciones afectivas y me sorprendió ver cómo se aplicaba a las relaciones laborales.
A la vez que me producía cierto escepticismo, tenía la intuición de que algo de nobleza podía llegar a contener, aunque claro, en ese mundo en el que básicamente lo que se vende es humo lo veía demasiado superficial.
Ahora (un ahora relativo por que ya llevo la friolera de doce años) que tengo mi propio negocio he entendido el pleno significado del concepto y más en estos tiempos en los que la gente no está precisamente como para comprar humo...
Es muy emocionante recibir nuevos clientes, además de un gran e imprescindible estímulo, pero a nivel personal el hecho de que un mismo cliente repita representa una gran inyección de autoestima.
Entiendo que esto es la fidelización, devolverle a la gente que ha confiado en uno los motivos suficientes para que vuelvan a hacerlo. 
Y vuelven... cosa que mellenadeorgulloysatisfacción! 

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