-"Gallo Kiriko, gallo Kiriko, ¿no habrás visto a Gusanito?"
-"Si lo he visto, no me acuerdo..."
-"Me comió este gallo feo como si fuera un fideo para llevarme enterito a la boda del Tío Perico"
-"Con que sí... pues toma - ¡plás!- por comerte a Gusanito!"
Tan mal trecho llegó Kiriko al evento que nadie le reconoció y acabó servido en el catering...
Eso sí, Gusanito se salvó; al limpiar el pollo el gusano salió enterito, vivito y coleando.
Y disfrutó de la boda del Tío Perico con honores de héroe....
Si vas de gallito por la vida comiéndote a los gusanitos pasa lo que pasa.
yo también tenía este disquito con el cuento del gallo Kiriko, y que me lo explicaba mi papa. Me has pintado una sonrisa, Antropologa! Gracias! :-)!
ResponderEliminarGracias a ti querid@ Anónim@! Me ilusiona saber que mis paridas mentales pintan sonrisas... a veces... :-)
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