...chinito del aaalma, tú me conteeestas, chinita de amor!
Ayer cené en un restaurante chino, pero un chino chino no un chinilandia. La verdad es que comimos muy bien: surtido de empanadas al vapor, una verdura que le llaman "corazones" y un pescado al horno con jengibre y arroz blanco.
Estábamos solos en el restaurante, pero solos solos, ni una mesa más ocupada, así que la dueña se dedicó a nosotros dándonos, en un perfecto espachinglish, las pertinentes explicaciones de lo que estábamos comiendo, sus beneficios para la salud y algunas costumbres propias de su región.
Ya en los postres le preguntamos cómo se traducían algunas palabras y la mujer se presentó en nuestra mesa con un diccionario español-chino / chino-español que de tan usado tenía más aspecto de un antiguo libro de hechizos que de un diccionario.
En una de éstas me sonó el móvil y me levanté de la mesa para contestar, entonces vi que encima de un mueble tenían una pila de periódicos chinos, me apasiona su caligrafía y le pedí a la mujer si sería posible que me regalase algún ejemplar viejo. Ella, encantadora, no dudó ni un segundo en concederme el capricho; sin preguntar para qué los podía querer, pues era evidente que chino no hablo, me trajo a la mesa un montón de ejemplares...
Estoy encantada, el lunes me los llevaré al taller.
¿Otra mierda más ahora que estamos de limpieza? Noooo!.
Los voy a utilizar para forrar alguna pieza o incluso como papel de regalo.
Ya os mostraré.
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