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30 de noviembre de 2013

Quiero

Quiero, quiero, quiero... qué quiero.
Quiero alquilar el local de enfrente, que está destrozado y cuesta una pasta, pero que es grande y con muchas posibilidades.
Quiero contratar a jóvenes que tengan ganas de aprender el oficio y que me quiten el trabajo duro. Quiero dedicarme solo a los acabados y aprovechar el tiempo que eso me dé a crear, inventar, jugar...
Quiero seguir con los talleres, ampliando horarios pero que sigan siendo reducidos en alumnos.
Quiero no tener que andar moviendo los muebles de un lado a otro para tener espacio para trabajarlos.
Quiero tener los productos y los materiales mejor organizados, quiero tener algunas herramientas nuevas, bien puestecitas y de fácil alcance.
Quiero tener una zona de exposición a la vista y una zona de trabajo amplia y diferenciada para cada proceso.
Quiero agua caliente y una zona de limpieza de herramientas diferenciada de la cocina.
Quiero un ordenador nuevo, bueno dos, por pedir...
Quiero no pasar frío en invierno ni calor en verano.
Quiero contratar los servicios de un gestor y no tener que hacer ni un solo papeleo más.

Quiero crecer, eso es lo que quiero.

Se lo pediré a los reyes...o al universo, o al calvodelanavidad, o a la grossadenadal....

Dicen que los sueños se cumplen, espero no hacer tarde....

24 de noviembre de 2013

(...)

Paréntesis: 3. m. Suspensión o interrupción. (RAE)

Nunca habéis tenido la sensación de que la vida va más rápido de lo que va uno?
Bueno, eso de "qué rápido pasa el tiempo" ya es un clásico, sobre todo a partir de cierta edad. Dicen que a medida que te haces viejo esa sensación es cada vez más intensa... 
Pero no, no es eso a lo que me refiero ahora, ahora hablo de algo más inmediato, más cotidiano. 
De Lunes a Viernes, desde que te levantas hasta que te acuestas, la vida tira de ti. Hay pocas sorpresas pero no por ello deja de ser una aventura.
Aunque el día a día es bastante previsible, aunque los ritmos son siempre los mismos, no es uno el que los marca. Es como si algo que de alguna manera uno no puede controlar, fuese tirando de ti. 
Quizás es el esfuerzo que supone querer cambiar los roles lo que hace que a veces esto sea agotador. Quizás es que aunque en ocasiones la sensación sea otra, siempre es uno el que tira.
Por eso, creo, cuando llega el Viernes por la noche, apago el interruptor y me recreo en otros horarios, otros ritmos, poca gente, casita, mantita, tele, libro. Mis cosas, nuestras cosas. Yo.
.... Necesidad de suspensión e interrupción.

Es lo que hay... 
Es lo que quiero.




16 de noviembre de 2013

Las Castañas Del Fuego

Todo tiene dos caras, ser independiente también. 
Según el diccionario, depender sería necesitar de la ayuda y protección de otra persona. Sí, quizás lo de necesitar es lo que hace que depender no sea en principio algo muy aconsejable y como consecuencia, que ser independiente sea una cualidad, una virtud.
Pero valerse por sí mismo debería ser un objetivo de todo ser humano adulto. Según como se mire, no nos queda otra...

"Mira a tu hermana que independiente es", eso le decían a mi hermano cuando éramos niños. Y sí, a fuerza quizás de escucharlo y tal vez también por no decepcionar, me convertí en una adulta independiente, mi hermano no. 
Algunos dirán que es cosa de carácteres, yo creo que el entorno determina.


La verdad es que a estas alturas me gusta ser independiente. De hecho soy independiente en mi trabajo, en mi núcleo familiar...

Eso de sacarse uno solo las castañas del fuego... que  a veces te quemas... pues eso.

Por eso...ahhh... qué gusto da las veces que alguien te brinda su ayuda y tú la aceptas y por un ratito te permites sentirte bajo protección...
Esos instantes en que vuelves a ser un niño, en el que la responsabilidad es básicamente una tarea de otro. Ese instante en el que alguien te abriga, te alimenta. Que alguien vela por ti.

Dejarse querer es muy sano!