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27 de agosto de 2013

Soñar Despiert@



Hace un tiempo me intentaron enseñar cómo provocarme emociones positivas a voluntad. Provocar las positivas y descartar las negativas.
Me intentaron enseñar a sentir el placer que me proporcionaba algo concreto y reproducir esa sensación dejándola exenta de la propia causa. A centrarme solo en la emoción. 
Intentaron enseñarme a controlar los pensamientos negativos, sin negarlos pero sí dándoles un plazo: hasta aquí, ahora a otra cosa.
También intentaron enseñarme a controlar las emociones positivas disfrutando del momento de euforia pero siendo muy consciente de que iba a ser eso, un momento. Un momento que se debe disfrutar.

Digo intentaron, sí. Porque no es tarea fácil aunque sí posible.
Digo intentaron porque muchas veces me olvido. Muchas otras no, algo debí aprender.
Creo, sin haberle puesto nombre, que algo de eso ya sabía. Por ejemplo, siempre me he emocionado con algunas cosas solo imaginándome que las estaba haciendo: un viaje, una cita, un plan... cosas que, al menos a corto plazo, no iban a concretarse. Y muchas veces he pensado que quizás este disfrute platónico no era más que una excusa, una muleta, un placebo del que no debía sentirme especialmente orgullosa y mucho menos abusar. 

Ahora leo que a esto se le llama bioinformación y postula que a nuestro sistema límbico, que es quién dirige nuestras emociones, le da igual imaginado que real. De manera que modelando pensamientos podemos sosegar y encauzar nuestras emociones para sentir bienestar y que, evidentemente, eso repercutirá con beneficio positivo para sentirnos tranquilos y que las cosas negativas nos afecten lo menos posible en nuestra vida cotidiana.

Moraleja: soñar despiert@ alimenta la ilusión. 

¡Qué emoción!



20 de agosto de 2013

Con Queso A La Mostaza Y Stroopwafels

Hay muchas maneras de decir "te quiero", "me he acordado de ti", "quiero compartirlo"... 
Mi hijo mayor ha estado de vacaciones en Amsterdam, una semanita, no más. Ni tan siquiera más tiempo del que a veces nos pasamos aquí sin vernos. Se independizó ahora hace un año y cuando viene a casa a comer a mí lo que más me gusta es que se tumbe en el sofá a hacer siesta. Me gusta sentir que su paso por casa es eso, casa y verle dormido a pata suelta en el sofá me reconforta.
Me gusta ver dormir a mis hijos.

A pesar de lo corto en tiempo, supongo que estar fuera de España acrecienta la sensación de distancia y de alguna manera lo hace también más largo.
Él quiso decirme "te quiero", "me he acordado de ti", "quiero compartirlo" con una cuña de queso holandés a la mostaza y unas típicas galletas de la zona. Riquísimo por cierto.
Sí, mostaza, caramelo... pero lo que más he notado es un indescriptible dejo dulzón, ese sabor que solo lo tienen las cosas que están hechas con amor.

10 de agosto de 2013

Cosas Que No soporto VII

No soporto que se me quede impregnado en mi cara el olor del after shave del que acabo de saludar con dos simples besos.
Así de sencillo. No lo soporto.

¿O dependerá de quién sea el saludado?....

1 de agosto de 2013

Mi Vergel de las Allegrias

Todo empezó con un enlace que me envió una buena amiga en el que te muestran como hacer flores con hueveras de cartón. 
Me encantó la idea y desde entonces es un no parar. Yo les doy mi toque personal y estoy utilizando e incorporando todo lo que tengo a mi alcance y que me parece que me puede servir:
Flores de huevera, flores de soportes de fruta (que pedí me regalasen en el super), pintadas; forradas con servilletas de papel; con botones a modo de estambres, anteras o pistilos; tallos de alambre, cordón o cintas...










En fin... que estoy entretenidísima cultivando mi vergel de las allegrias!