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23 de febrero de 2013

Antes escribía En Un Bloc

Creía conocerme, creía que tenía una idea bastante clara de cómo soy, de qué cosas son las que me apasionan, cuáles me inquietan, cuáles me tiran para atrás, de mis flaquezas y mis fortalezas. Creía además que los años me habían enseñado, que con el tiempo había aprendido de mis errores. 
Recordé que antes escribía en un bloc, escribía mis sentimientos, mis vivencias, mis miserias incluso, cosa que ahora que escribo en un blog no hago. O lo hago con moderación, por eso del pudor más que nada.  Ahora, como bien dice el elgatofelino, muestro mi yo digital. Mi yo analógico ya no escribe.
Recordé que tenía un cuaderno en el que había escrito cosas que nadie ha leído. Lo busqué, no lo encontré, por ahí estará, ya aparecerá. En su lugar encontré un diario olvidado. Más antiguo. Sorprendida por el descubrimiento me enfrasqué en su lectura..."Empiezo mi diario el día 18 de noviembre de 1980, Martes".
No sé si me ha sentado muy bien remover el pasado, sobre todo porque a pesar de las tres décadas transcurridas hay párrafos enteros que podría volverlos a escribir ahora. Quizás cambiaría la forma, el contenido no.
Había olvidado que soy lo que soy porque fui lo que fui. Cuando fui lo que fui, estaba tan absorbida por ser que no era capaz de ver quién era. Posiblemente ahora que soy lo que soy, tampoco veo mucho.
Dentro de unos años, cuando relea mi blog igual vuelvo a sorprenderme de lo poco que habré cambiado.
Olvido con facilidad, igual dejo de escribir....

17 de febrero de 2013

Y Un Tazón de Chocolate Caliente

Lo único bueno que tiene ponerse enfermo el fin de semana es que se tiene la excusa perfecta para vaguear del sofá a la cama sin ningún cargo de conciencia.
Si además afuera el tiempo no está muy apacible, hace frío y el cuerpo pide algo calentito, rematarlo con un chocolate a la taza mojando un croissant es el colmo de la felicidad para una inhóspita tarde de domingo.

Por las pistas se puede deducir que tan enferma no debo de estar!

15 de febrero de 2013

Mesita Holly

Una de mis alumnas quiso recuperar esta mesita que se encontró en la calle.
Le faltaba un cajón, tenía un barniz envejecido y sucio y no tenía tiradores.
Una vez bien limpia y pulida la vestimos de verde tiffany 
con esas caricias doradas que tanto me gustan 
y como guinda le pusimos un tirador,
recuperado de otro mueble, también dorado 


El resultado fue Holly, esta coqueta mesita que me ha robado el corazón 
y que a estas horas ya decora la casa de su afortunada dueña.

10 de febrero de 2013

Nos cuentan Historias

¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
Pues igual que en la canción más de una vez me han preguntado y yo me he preguntado a mi misma ¿qué hace una antropóloga como yo en un taller de restauración de muebles?
Supongo que me decidí a estudiar antropología cultural porque me resulta fascinante intentar entender qué pasa en la cabeza de los demás, por qué actúan como actúan y piensan como piensan, por qué creo que es determinante nuestro entorno en nuestra forma de comprender el mundo y porque me gusta saber de dónde se viene para entender donde se está (aunque parezca contradictorio diré que sin embargo la historia en mayúsculas me aburre tremendamente).
Eso no me hace ni más justa, ni más tolerante, ni más flexible, yo no puedo evitar ver y entender el mundo desde mi personal perspectiva. Si intento ser más justa, más tolerante y más flexible es porque hacerse mayor nos da cierta sabiduría también en lo emocional y eso no tiene nada que ver con haber estudiado antropología cultural o física cuántica.


Pero volviendo al principio, la cosa es que siempre, o desde que me dedico a restaurar muebles, he pensado que ese objeto que ahora estaba en mis manos y que me iba a acompañar durante varios días, venía de nosedonde y se iría a nosetampoco. Imaginarme su vida y reconstruirla a partir de las huellas que el paso del tiempo había dejado en su forma me resulta fascinante. 

El otro día entró en el taller para interesarse por las clases y ver qué hacíamos una chica francesa. Le acompañé a nuestro showroom para mostrarle algunos de nuestros trabajos. Ella miraba y escuchaba con entusiasmo, le dije que me encantaba lo apasionada que se le respiraba y ella me dijo: "Me encantan los muebles antiguos, nos cuentan historias".

"Nos cuentan historias", no lo podía haber definido mejor. A mí también me encanta mi trabajo por que me cuenta Historias.

9 de febrero de 2013

Tómatelo A Risa

Y sí, claro, qué remedio.... en serio no me lo puedo tomar... ni sé si quiero... pero aunque quisiera, poder no puedo...
¿O no debo?
Me lo tome como me lo tome, el caso es que me lo estoy tomando y eso, ya en si mismo, no tiene nada de gracioso... aunque me ría, porque reírme me río. Al menos de momento. 

Perece que a las mujeres nos gusta que nos hagan reír...
....pero ya sabemos que de la risa al llanto hay un paso.


2 de febrero de 2013

Parece Que fue Ayer

Hoy mi hijo menor ha alcanzado la mayoría de edad.
Hace doce días nació el menor de mis sobrinos nietos, se llevan 18 años. 

Cuando vi por primera vez la plácida carita de Nicolás pensé que no me acordaría de como se coge un bebé.

A veces miro a mis hijos y me abruma pensar que a ellos también los cogí un día por primera vez y también contemplé por primera vez sus caritas plácidas. 

Como entonces, mirar a Nicolás ahora es como mirar el fuego de una chimenea, puedes pasarte horas en eso sin hacer nada más. Es tan potente su presencia y tan mágicos sus leves movimientos que uno queda atrapado en ese instante y cuando se da cuenta han pasado 18 años.

Quizás ver crecer a los niños sea la referencia más real del paso del tiempo.

1 de febrero de 2013

Por Donde Empezamos?

Por razones obvias es evidente que nos ha tocado vivir unas circunstancias -un momento si lo miramos desde una perspectiva histórica, una eternidad si lo miramos desde el presente-, que seguro marcarán nuestra futura manera de vivir.
A algunos porque les costará mucho retomar ese cierto equilibrio del que disfrutaron en algún momento, a otros porque se les habrá despertado el sentido de la justicia y ahora se lo pensarán dos veces antes de juzgar, a otros porque les habrá tocado vivir en su propia piel situaciones que no habrían imaginado ni en sus peores pesadillas, a otros... 
Y a otros porque se les acabó el chollo.

Pero... y mientras qué? Qué va a pasar a partir de ahora? Como vamos a digerir todo este festín de descredibilidad, decepción y rabia con el que nos están obsequiando los mismos que nos quieren hacer creer que el único remedio es la renuncia, el agache de orejas y la espera?

Francamente, hasta hace muy poco estaba profundamente convencida de que un futuromejorestabapróximoallegar, hoy por hoy reconozco que cada vez lo veo más incierto (y no necesariamente a nivel individual, entre otras cosas porque creo que por lo único que todavía tengo algo de fe es por el individuo).

Hemos llegado al principio del fin o al fin del principio?
Alguien sabrá por donde empezar?