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16 de noviembre de 2013

Las Castañas Del Fuego

Todo tiene dos caras, ser independiente también. 
Según el diccionario, depender sería necesitar de la ayuda y protección de otra persona. Sí, quizás lo de necesitar es lo que hace que depender no sea en principio algo muy aconsejable y como consecuencia, que ser independiente sea una cualidad, una virtud.
Pero valerse por sí mismo debería ser un objetivo de todo ser humano adulto. Según como se mire, no nos queda otra...

"Mira a tu hermana que independiente es", eso le decían a mi hermano cuando éramos niños. Y sí, a fuerza quizás de escucharlo y tal vez también por no decepcionar, me convertí en una adulta independiente, mi hermano no. 
Algunos dirán que es cosa de carácteres, yo creo que el entorno determina.


La verdad es que a estas alturas me gusta ser independiente. De hecho soy independiente en mi trabajo, en mi núcleo familiar...

Eso de sacarse uno solo las castañas del fuego... que  a veces te quemas... pues eso.

Por eso...ahhh... qué gusto da las veces que alguien te brinda su ayuda y tú la aceptas y por un ratito te permites sentirte bajo protección...
Esos instantes en que vuelves a ser un niño, en el que la responsabilidad es básicamente una tarea de otro. Ese instante en el que alguien te abriga, te alimenta. Que alguien vela por ti.

Dejarse querer es muy sano!



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