Ancla

Ya antes de dar sus primeros pasos parecía que estuviese a dos palmos del suelo, como si levitase... reforzaba esta apariencia una mirada profunda, de ojos claros, tierna por melancólica. Que no triste...

De carácter dócil, nunca trataba de conseguir sus propósitos o deseos con quejas o llantos, muy al contrario de su hermano que siempre defendió sus intereses con uñas y dientes.

El "no" no estaba en su registro.

Difícil era negarle nada a ese angelito de bucles dorados que por no pedir no pedía ni compañía en sus noches de monstruos y fantasmas.

Niño misterioso y adorable. 

Su vida es como una pista de hielo, como un inmenso océano. Se desliza por la superficie con miedo a estrellarse, a no encontrar tierra firme.

Se aferra al mástil pero no encuentra el ancla que le permita fondear un día en un puerto y otro día en otro y así recorrer firme y entero su travesía.

Inteligente y sensible... encontrará el anclaje cuando entienda y aprenda a anclarse a si mismo por muy resbaladizo o profundo que sea lo que haya debajo. 

Me temo que entonces no habrá qué ni quién le haga parar.

Dicen que si sabes a que puerto quieres llegar no existen vientos desfavorables.

Él llegará muy lejos....