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7 de octubre de 2012

Las Mujeres y Las Leyes Según Castelao

Castelao Bragaña, José Manuel (Valga,Pontevedra, 1941)
Ex presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior

Algunos dicen que si debería de haber sido destituido antes de que él mismo presentase su dimisión. Tachan sus palabras de inadmisibles, le instan a pedir perdón. Nos hablan de su "intachable" trayectoria, de cómo se han quedado algunos al conocer este suceso: "de piedra".
Hay quienes aprovechan para hacer campaña y sugerir que en el fondo fondo, una mentalidad así es la que planea en las cabezas de los compañeros de partido de este individuo.

¡Bla,bla,bla!

Sí muy bien, que dimita, que se disculpe, que se arrepienta y de paso que se lo trague la tierra.

Este tipo debería ser puesto ahora mismo delante de un juez y ser juzgado por agresión, porque yo me he sentido agredida.
Sí, al margen de ofendida y asqueada, puedo asegurar que lo que me sentí es agredida, ultrajada, impotente y algo atemorizada. Y estoy segura que como yo así se habrán sentido muchas otras mujeres al leer estas declaraciones.

Que una persona con un cargo público afirme que la ley está para ser violada ya es de traca, aunque no es nuevo eso de que "hecha la ley, hecha la trampa" pero, ¡como puede uno hablar en los mismos términos de las mujeres!.

Ni de las mujeres ni de una sola mujer en todo el planeta, ni de nadie, se puede hablar así.

Me produce hasta pudor repetir sus palabras!

2 comentarios:

  1. Me adhiero a tu comentario. Más bien me pego al mismo, que más violento. No es que quiera ser violento, pero tipos como ese merecen... No, no voy a decirlo, porque no quiero ser tan animal como él.
    Lo leí. No me lo creí. O sí, porque visto lo que vemos cada día, hasta eso podemos leer.
    No sé si todo su partido piensa igual, pero visto que recortan en cultura y arte, es muy posible que sí, y éste se anticipó al tiempo que quieren sea el venidero.
    Y son cargos públicos!!!

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  2. No, no hace falta que lo digas pero sí eso es lo que se merecen. Qué tremendo!

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