Páginas

20 de mayo de 2013

ASÍ CONOCÍ A LUCÍA - 6. Heridas En El Alma

Lucía había iniciado un viaje de difícil retorno. Su tendencia natural a buscar respuestas le había llevado, también de manera natural, a un espacio en el que que las explicaciones, los porqués, no tenían contestación. En el que solo desde la emoción uno podía acercarse a algo parecido a la comprensión.
Aunque Lucía sabía que cualquier respuesta podía estar acompañada de cierta autocomplacencia, creer haber encontrado un quizás le resultaba tan confortador como estimulante. 


"Bueno, creo que ya sé algo más de mi misma. Que poco a poco voy sabiendo más de mi misma...
Dicen que lo mejor de hacerse mayor es que acumulas experiencia y eso proporciona cierta serenidad. Lo malo, creo yo, es que tengo la sensación de que esa serenidad llega un poco tarde, a veces incluso llega tan tarde que ya no da tiempo a reaccionar.
"Si lo hubiera sabido antes".... dime, cuántas veces habremos dicho o pensado eso a lo largo de nuestra vida. Y cuántas veces lamentamos no habernos dado el tiempo para pedir perdón, decir "te quiero", o "te perdono"... Cuántas veces habremos pensado "ahora no actuaría así"
En ocasiones es el miedo lo que nos frena, también a veces es lo que nos impulsa. Miedo a la reacción del otro y sobre todo miedo a uno mismo, a nuestros fantasmas. Miedo a tener que curar heridas en el alma y eso, a veces, hace que esperemos que llegue otro a curarlas. Así tenemos la excusa perfecta para no actuar.
Balones fuera..."


Lucía esquivaba reconocer que su rechazo a ciertos vínculos afectivos era una manera de protegerse, temía su vulnerabilidad.
Tenías que conocerla muy bien para darte cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario