Barri del Joier

Uno no se pregunta las cosas hasta que un día se las pregunta. Hoy ha sido uno de esos días y he buscado respuesta...

Era mediodía y volvía hacia casa después de varios trámites. Caían cuatro gotas que más que gotas eran copitos, hacía frío pero el paseo, porque decidí pasear, solo me hacía sentirlo en la cara. Me adentré de nuevo en mi barrio y volví a pasar por esas calles que no puedo ni contar las veces que las he paseado. Me andaba fijando en las casas , sus puertas, sus ventanas y en el nombre de cada una. Ahí me di cuenta de que estaba en la calle Robí y que al poco me cruzaba con Topazi. Entonces fue cuando me entró la tremenda curiosidad de saber por qué en tan pocos metros cuadrados habían tantas calles con nombres de piedras y metales preciosos... 

Y esta es la historia de este trocito de mi barrio:

Después del derribo de las murallas de Barcelona, en el mil ochocientos cincuenta, Gràcia recupera su independencia municipal (hasta que se anexiona a la ciudad de Barcelona a finales del diecinueve), se le otorga el título de Villa  y empieza el proceso de urbanización de lo que hasta el momento era un llano. El regidor de la Vila de Gràcia, Josep Rosell i Imbert, y propietario de los terrenos, que también se dedicaba al comercio de pedrería, decidió bautizar las calles y la plaza con nombres de piedras y metales  preciosos: Perla, Or, Robí, Topazi, Esmaragda (Esmeralda, ahora Asturies), Plata (ahora Guilleríes) y la conocidísima Plaza del Diamant.

Así es como cobró vida el que hasta no hace tanto los vecinos conocían como el "Barri del Joier" (Barrio del Joyero).

Me encanta!