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22 de enero de 2012

Dolores

Anoche coincidí con una amiga en una cenita en casa de otra. Mi amiga -que refuerza mi idea de estos últimos tiempos de que a las mujeres los años les sientan espléndidamente- tiene un hijo de la misma edad que el menor de los míos. Esa edad en la que parece que nos los hayan cambiado.... Un día se despiertan y son otros, casi no les conoces y todo lo que hasta el momento te había servido de referencia ha desaparecido como por arte de magia. Por suerte mi experiencia me dice que eso pasa y en un par de añitos, o tres, volverán a ser los que eran e incluso mejorados.
La cosa es que compartiendo situaciones en las que nos encontramos con esos nuevos seres que desconocemos pero que siguen dependiendo de nosotras y a los que seguimos queriendo como a los de antes, decidimos que a partir de hoy, puesto que eran otros, les íbamos a cambiar el nombre. Desde ese momento nuestros hijos se pasaban a llamar Dolores. Sí, sí, Dolores. Creo que es un nombre acertadísimo dado los continuos dolores de cabeza que nos están haciendo sufrir.
No hay marcha atrás, hasta que vuelvan a ser Ellos.. Dolores se van a llamar.
Yo ya lo he puesto en práctica, mi hijo algo desconcertado dice que no se lo cree, pero para cabezota su madre.

2 comentarios:

  1. Dolores, dolores, dolores,...
    También llamaré a mis hijos, machos lo dos, do(s)lores !!!

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  2. :-)))), pero tus hijos ya deberían estar en otra!

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