Nos encargaron que despintásemos estos taburetes que encima de su pintura original, pintados al horno en blanco, los habían vuelto a pintar a mano en un tono grisáceo.
Quitarles la capa de base fue una tarea muy pero que muy dura, la pintura al horno se adhiere a la superficie, en este caso hierro, como una segunda piel.
Valió la pena el esfuerzo. El resultado, después de aplicarle una ligera mano de crema con partículas de grafito, es este aspecto de inspiración industrial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario