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4 de febrero de 2012

Vaya Diíta!

Jo, menudo día de mierda... por fin me decido, y me acuerdo de coger las herramientas, a arreglar los dichosos grifos. Bueno con el de la cocina, después de varios intentos creo que lo he logrado, pero el del baño se me resiste. He decidido cambiarlo y punto, ya lo he desmontado y vuelto a montar incontables veces, pero nada... aparentemente está todo en orden, pero o es eso, pura apariencia, o que lo de  "zapatero a tus zapatos" no es gratuito. 
Con el trajín de destornilladores y llaves inglesas mi gato andaba enloquecido y al final se ha ganado un bufido. El gato se ha limitado a salir escopeteado pero mi hijo no se lo ha tomado tan bien y ha salido en defensa de la bestia lo que ha hecho que la otra bestia -yo en estado cabreo- saliera a su vez de su escondite y se enzarzara con la bestia latente del recién despertado. Al final una comida accidentada con postre de reproches.
Para colmo a media tarde se va la luz. Estaba a punto de bajar al super, menos mal que no me cogió en el ascensor. Volvió y pude hacer mi tarea sabadil, el super también se había quedado a oscuras, pero por precaución he subido la compra por la escalera. Creo que al llegar al piso tenía un brazo un poco más largo que el otro de tanto tirar del carro.
Apareció mi hijo que se había ido a airear, parece que le sentó bien el frío y hemos enderezado el entuerto con buenas palabras y abrazo de despedida.
Hoy no salgo más, ni hago nada más que no sea puro ocio. O sea me voy a tumbar en el sofá hasta que el cuerpo me pida cama. Entremedio cenaré que el hambre no hay quien me la quite.
Mañana será otro día... y espero que mejor...

1 comentario:

  1. Te visualizo perfectamente, es genial, es como ver un trocito de película y conozco a la protagonistaaaaaaaa!!!!

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