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18 de julio de 2012

Buena Voluntad

Ya me avisó la señorita que me atendió desde el otro lado del teléfono "...en principio no tendrías que tener ningún problema, pero dependerá de la buena voluntad de la persona que te atienda en el local".
Y de primeras fui a dar con un dependiente con cero voluntad de facilitar absolutamente nada.
La tienda estaba vacía, ninguna presión. Yo llegué con mi mejor disposición para plantearles la situación, con la documentación necesaria que acreditase mi solicitud  e incluso ofreciéndoles la posibilidad de aportar documentación complementaria. La respuesta: "la central no permite este trámite sin la presencia de los dos implicados". "Ya pero esto no es posible, uno de ellos está y estará en el extranjero, puedo pedirle una autorización...". "La central no permite este trámite sin la presencia de los dos implicados". "Ya pero esto no es posible....". 
Entramos en este absurdo bucle, yo cada vez de más mal humor, el otro, con aires de estar haciéndome un favor, no salía de sus trece. 
Me marcho soltando un sapo por la boca que solo me sirvió, si es que me sirvió de algo, para cabrearme aún más.
Decido probar en otra tienda de la misma compañía.
La situación física parecida, la tienda casi vacía y una mujer joven al otro lado del mostrador acabando de despedir a otro cliente. No las tenía todas conmigo, pero ya os he contado en otras ocasiones que a cabezota no me gana nadie...
"Hola, necesitaría..." y le expongo la situación. "Ningún problema, solo necesito una copia del DNI del otro implicado". "Perfecto, aquí la tienes..."
En cinco minutos, tema resuelto.
"Gracias, no sabes lo que se agradece este buen trato y esta buena voluntad. Si hubiese dónde firmar una recomendación lo haría. Cuando vuelva a necesitar cualquier otra cosa acudiré a ti sin dudarlo, has sido muy amable y muy profesional".

En realidad eso tendría que haber sido así en cualquier caso... tristemente no lo es, de ahí que mi agradecimiento, ¿excesivo?, tuviera un tono casi de tedebolavida
Bueno, o un café. Para no volver a ser excesiva, más que nada....

Por cierto, la señoritadelotroladodelteléfono también se llevó mis más sinceros agradecimientos, la que me atendió en la primera llamada era tan lerda como el dependiente de la primera tienda...
Qué perdida de tiempo....y de energías.


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