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29 de diciembre de 2010

Yo puedo

Os acordáis que un día en plena exaltación de mi cotidiano os expliqué que había aparecido por mi taller un personaje isímo?  Bueno, nunca volvió...  pero casualidades de la vida la otra mañana al estar cerrado por vacaciones el bar dónde acostumbro a tomar café, cambié de lugar y mira tu por dónde que a quién me encuentro en la barra? Pues sí, al mismo... no me vio y yo pasé de largo, pero luego me dije "a ver Helena, este isímo no tenía interés en restaurar una silla? Ya estás tardando!" y sin explicaciones previas a mis acompañantes ahí que me fui. No fueron necesarios demasiados datos (ninguno) para presentarme... todo estupendo....
En menos de una hora ahí estaban él y su silla. La silla se quedó, él volverá a buscarla.

Que diver! En ese momento me sentí la mujer más valiente del planeta...

2 comentarios:

  1. Helena , tus seguidoras queremos saber!
    Y como es el?
    En que lugar supo de ti?
    A que dedica el tiempo libre?
    En mi casa decimos que mas vale ponerse una vez colorada que veinte amarilla...
    Tb queremos afotos del antes y despues de la silla...

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  2. :-)
    De la silla como mucho el durante y el después que ya empecé a trabajarla

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