Serían aproximadamente las seis de la tarde, llaman a la puerta, me acerco a abrir y me encuentro con un padre y un niño de unos cinco años, "hola" "hola ¿en que os puedo ayudar?" el niño sin darle tiempo a su padre ni a abrir la boca me dice todo resuelto "queremos una estantería"....
Les muestro las opciones que tenemos mientras el chaval va metiendo cuchara a cada palabra que tratamos de intercambiar el papá y yo, se trataba del clásico niño diría que... "casi demasiado simpático"?...
Por fin nos deja estructurar una frase entera en la que consigo explicarles las posibilidades de una vitrina estantería a la que el padre le había echado el ojo...

Teníais que haber visto la cara del padre y todas las explicaciones complementarias... "como vivo solo"...
"cuando vienes a pasar el fin de semana conmigo...", esto se lo dice a su hijo, "me dedico a jugar contigo...".
Yo estaba que me moría de la risa, trataba de desincomodar al padre y a la vez decirle al hijo que hay cosas que no se cuentan...
En fin la situación fue francamente graciosa, no se si volverá a por la estantería pero estoy segura que si lo hace vendrá sin su niño!
Por si acaso...
Juaaaaaaaaaaaasss!!!
ResponderEliminarSí, fue buenísimo, compensó el tostonazo del niño...
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