Aquí hemos jugado con dos acabados, el sobre está en blanco
envejecido pero las patas las hemos dejado en "natural",
una vez retirado todo el barniz y llegado a la madera las hemos
patinado para velarlas con efecto "desteñido".
Hoy se han ido de vuelta a su casa, he de reconocer que yo estaba muy satisfecha con el resultado, ha sido un trabajo duro pero la transformación tan espectacular que ha valido la pena... en eso confiaba pero no podía echar las palomasalvuelo hasta que la dueña no los viera... qué nervios!
Y claro con esta temperatura una de dos o tienes aire acondicionado, que lo odio salvo situaciones concretas y puntuales, o abres las ventanas estratégicamente para que corra esa brisita que tanto se agradece.
Supongo que estaremos todos de acuerdo si afirmo que quien decide restaurar o renovar un mueble no lo hace por una necesidad vital, es decir, eso no le va a permitir pagar su vivienda, ni el colegio de sus hijos, ni la compra semanal... El que decide hacerlo sí es para estar más a gusto en su casa recuperándo una pieza a la que le tiene especial cariño o le es particularmente útil. En definitiva podríamos decir que quien toma la determinación de restaurar o recuperar un mueble lo hace por capricho...y los caprichos señor@s, se pagan.