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20 de febrero de 2012

En Condicional

Cuando se trata de las emociones, de los sentimientos, es difícil aplicar eso de la "incondicionalidad". Sinceramente creo que solo el amor hacia los hijos es un sentimiento incondicional. No se me ocurre ninguna condición para amarles.
Con los conocidos, con los amigos, con la pareja, con los hermanos o incluso con los padres, tienen que darse una serie de condiciones para que uno les quiera.
Y ni tan siquiera hace falta irse al amor. Sea cual sea su naturaleza, las relaciones emocionales no perduran el el tiempo porque sí.
Las relaciones que establecemos con los demás serán más o menos prolongadas, sólidas o intensas en función de, entre otras cosas, la reciprocidad, el feedback, la retroalimentación, el "ida y vuelta".
Compartir para mejorar, entendiendo por mejorar el hacer mejor, más enriquecedora una relación.
Cuando por alguna circunstancia se rompe la comunicación y se deja de compartir y esa distancia se prolonga en el tiempo; cuando uno da mucho más de lo que recibe, el equilibrio se rompe. Si uno deja de recibir llega un momento en el que ya no quiere dar.
A veces somos tan torpes que pensamos que hagamos lo que hagamos los otros van a estar ahí y no, si no alimentamos aquello que nos interesa mantener, se acaba, se muere. Se termina la comunicación y se termina la relación.
El futuro está inevitablemente abocado al pasado si no somos capaces de abonar el presente.
Si pensamos en un futuro, pensemos en condicional.


Condición: Circunstancia necesaria e indispensable para que otra pueda ocurrir.

2 comentarios:

  1. Abono o que haga falta!!!
    Estoy contigo: toda relación requiere de dedicación.
    No dejes de escribir. Me encanta leerte !!!
    Y si quieres abonarme, pues aquí estoy, esperando qué haces con las hormas de mi zapatos.

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  2. Gracias Paco! es un gran incentivo que me digas lo que dices! tus hormaaas, ahí están esperando su turno...

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