Ya es Navidad!
Y como cada año os deseo
El jueves lo pasé como pude a golpe de antigripales, tenía obligaciones que no podía eludir y una cenita onlygirls que no me quería perder.
Cuando me he despertado y he mirado el móvil para ver la hora no se porqué mi atención ha ido a parar a la fecha, domingo 1 de diciembre. El estómago o el corazón o el cerebelo, me ha dado un respingo. Una sensación placentera, creo que debo haber pensado algo así como "que bonito, domingo 1 de diciembre"...
Quiero no tener que andar moviendo los muebles de un lado a otro para tener espacio para trabajarlos.
Por eso, creo, cuando llega el Viernes por la noche, apago el interruptor y me recreo en otros horarios, otros ritmos, poca gente, casita, mantita, tele, libro. Mis cosas, nuestras cosas. Yo.
Ollita de "firetes", agua con una pizca de tierra, remover hasta que se disuelva, unas hojitas de hiedra, un pellizco de cesped, unas hebras de pinaza. Seguir removiendo hasta alcanzar el punto deseado. Sevir en platos hondos, de "fireta" también, y acercarcando la cuchara a los labios sin dejar que los toque emitir un gutural ummm a modo de aprovación y deleite.
Esta maldita crisis no deja títere con cabeza. Todos, menos los que se han enriquecido aún más a costa del empobrecimiento de los demás, todos repito, hemos tenido que ajustarnos el cinturón, renunciar a cosas, comprar marcas blancas, salir menos... tonterías si uno quiere, pensando en aquellos que aún están peor.
Hubo un tiempo que cuando la ocasión se prestaba a pedir un deseo, lo primero que me venía a la cabeza era algo así como perder el miedo. Sí, vivir con miedo es tremendo, el miedo paraliza. Pero una dosis moderada de miedo también ayuda a ser prudente, a pensar las cosas antes de hacerlas, a valorar el riesgo...
No recuerdo haber vivido esta experiencia nunca. Había oído hablar..."está muy bien tomarte las vacaciones en Septiembre"...
Hace un tiempo me intentaron enseñar cómo provocarme emociones positivas a voluntad. Provocar las positivas y descartar las negativas.
A pesar de lo corto en tiempo, supongo que estar fuera de España acrecienta la sensación de distancia y de alguna manera lo hace también más largo.
Este chifonier llegó en madera de haya con un acabado barnizado muy deteriorado por la humedad y con sus tiradores originales...
Nadie lo diría y es más, creo que nadie le daría la razón, pero Lucía sentía que no era "amable" a largo plazo. Alguien se lo repitió tantas veces, más por pasiva que por activa, que finalmente acabó creyéndoselo.
Pues bueno resulta que me han regalado unas bambas para caminar, unas "Free Run + 3", y ahora la Usaina soy yo.... carrera parriba, carrera pabajo con mis deportivas.