Hoy salí a la calle dispuesta a enfrentar estos calores con la mejor predisposición, es decir, melena recogida en lo alto y todita de blanco así tipo ibicenco, no es que me sintiese especialmente atractiva pero cómoda y fresquita, sí.

¡Caramba! no me he girado para darle las gracias no fuese que pasase detrás mío la guapa... he preferido pensar que me lo dirigía a mí...
A nadie le amarga un dulce ¿no?
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