Llevo unos días con el brujo subido, el otro día estaba en el taller y por algún motivo me acordé de un cliente que hacía tiempo que no sabía de él y pensé en llamarle para saber cómo estaba, en esas que suena el teléfono y... él... Vaya!. El miércoles, también en el taller, pensaba en un amigo, imaginaba que entraba y me preguntaba "¿qué tal?" y yo contestaba "dormida...". Así fue!. El Viernes, pensaba que no me había despedido de Asís, nuestro transportista, y que ya no iba a verle hasta septiembre, esa tarde a primera hora suena mi móvil "hola, llamo para despedirme" "qué bien! pensé que ya te habrías ido...". El sábado, en casa, por la mañana mientras me lavaba los dientes pensaba que me llamaba mi socia y me decía "han ingresado los de hacienda" "ole!". Esa tarde, después del chaparrón, recibo un mensaje que me decía exactamente eso...y para colmo me llama una querida amiga que hacía un montón que no hablábamos y, como no, esa semana había estado pensando en ella...No es que me extrañe demasiado, lo cierto es que tengo muchas anécdotas de este tipo, aunque no tan seguidas... algunas francamente sorprendentes, sí, sí, de pelosdegallina...
No se si me emociona demasiado esta situación porque el factor sorpresa queda un poco inhibido, eso por un lado y por otro porque tampoco me puedo fiar, hay otras cosas que me imagino y no pasan ni a tiros!
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