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4 de noviembre de 2010

Hablar por Hablar

Ayer comentábamos en el taller con mi socia, y gran amiga, lo absurdo de ciertas preguntas que nos hacen algunos de nuestr@s clientes en relación a las piezas que nos traen para que les restauremos.
En el ranking de las más absurdas están éstas:
En primera posición se encuentra la casi ineludible: "¿Cómo ha quedado?",
al avisarles que ya la tenemos lista...
La segunda en absurdez es la que nos plantean en el momento de traerla:
"¿Quedará bien?".
La tercera no es una pregunta, es mucho peor, se trata de una casiorden:
"Házmela muy bien" (...grrrr....)
Obviamente nos mordemos la lengua y en todos los casos contestamos:
"Sí, está (o estará) preciosa".
Nosotras no tenemos ninguna duda al respecto, independientemente de que el mueble sea de por si más o menos bonito, o sea más o menos de nuestro agrado pero las dos coincidimos en las tremendas ganas que nos entran a veces de contestar:
"Pues mire usted, quedará fatal"o "Ha quedado horrible"..."Son tantos €". 
Eso sí, con nuestra mejor sonrisa

No es que ofenda la duda... ofende la memez!

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