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1 de noviembre de 2010

Pepito Grillo

El otro día tras pagar la cuenta del super inmediatamente me percaté de que me habían devuelto mal el cambio. En ese momento cogí el dinerito y me lo metí en el bolsillo.
El mal rollo fue igual de inmediato. Salí del establecimiento, crucé la calle y a mitad del paso cebra desandé lo andado, volví a entrar, busqué a la cajera y: "me has devuelto mal el cambio, me has dado de más"...
Sí así era, me había dado cuatro euros en lugar de cuatro céntimos. Me lo agradeció y me fui mucho más tranquila, pensé que no era justo que al cuadrar la caja le hiciesen abonar a ella la diferencia...
No deja de ser un incidente intrascendente, lo que me llama la atención es eso de "tener la conciencia tranquila" que no se si tiene mucho que ver con ser mejor o peor persona.
Creo que en algún rincón esta moral esconde cierta dosis de egoísmo. Es cierto qué pensé en la cajera, sí, pero no sé si fue tanto eso como la sensación de que no iba a "dormir tranquila" lo que me hizo reaccionar.
En fin, sea lo que sea, mejor para las dos!

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