... no hay manera...
Me he acostumbrado tanto y me gustas tanto más que hay días que me despierto pensando en la hora de que llegues.
Me reconozco una adicta por que soy capaz de renunciar a otros placeres por no renunciar a tu abrazo.
Sin ti no soy persona... De lunes a domingo, salvo compromiso ineludible...
Me reconozco una adicta por que soy capaz de renunciar a otros placeres por no renunciar a tu abrazo.
Sin ti no soy persona... De lunes a domingo, salvo compromiso ineludible...
Aunque solo sea un ratito, el tiempo justo de desconectar...
Y de vez en cuando hasta que el cuerpo me lo pida...
Y de vez en cuando hasta que el cuerpo me lo pida...
Mi querida siesta... hasta mañana...
Maravillosa la siesta ya te digo. Yo por suerte o por desgracia solo puedo echarla el viernes y los findes,pero bueno algo es algo. Y además sobre todo la siesta del viernes termina siendo tan larga que compensa las perdidas en la semana entera.
ResponderEliminarMuak!
Comer en casa y hacer la siesta es un privilegio hoy en día y yo también tengo la suerte de poder disfrutar de ambas cosas. Me estiro en el sofa y con el ronroneo de la tele me voy quedando más traspuesta que dormida. Lo malo viene cuando tengo que volver a ponerme en movimiento y obligarme a volver al trabajo, pero lo cierto es que en nada estoy como con pilas nuevas.
ResponderEliminar