Estaba tan roñosa que no se veían las betas de la madera; al limpiarla fue apareciendo un paisaje en tonos tierra gracias al corte de las láminas y a su diseñador que, con un gusto exquisito, fue combinando las distintas secciones de chapa jugando con las verticales y las horizontales.
El dial y los mandos en resina marrón, parecían negros antes de la limpieza y prácticamente no se veía la pequeña insignia de la marca.
Bueno qué puedo decíros, la imagen habla por si misma ¿no? a mi me parece un objeto preciosísimo.
Preciosa, Helena... Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias Cristina! trabajito agradecido...
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