Hoy me ha tocado decapar los cajones de una cómoda que han traído al taller para restaurar. Mientras estaba quitándoles el barniz, que ya no era el original si no uno espantoso que le habían puesto a posteriori, pensaba: "Mira, esto es como las personas. Nos vamos poniendo capas de disfraces para ocultar lo que somos en realidad, un día llega alguien que intuye que lo que hay debajo seguro que es mucho más valioso y decide recuperarlo. No sin esfuerzo va eliminando las capas superficiales, al principio cuesta mucho y se necesita ayuda y persistencia pero a medida que se llega al origen todo resulta mucho más fácil y agradecido. Es posible que aparezcan los defectos ocultos bajo tanta envoltura pero seguro que el conjunto es mucho más atractivo si más no, seguro que es mucho más auténtico..."
No nos engañemos tarde o temprano todos nos tendremos que enfrentar a lo que realmente somos así que más vale asumirlo y mostrarlo, quien te quiere de verdad te querrá también con tus defectos...
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