Todos hemos tenido vergüenza alguna vez. En algún momento nos ha tocado enfrentarnos a situaciones que creemos imposibles de sobrellevar.
Hay quien tiene más vergüenza que otr@s. Y hay quien para casi nada tiene vergüenza. El tener o no vergüenza es un rasgo de personalidad que afecta sólo a un@ mism@, que poco repercute en l@s que le rodean.
A veces tener vergüenza incluso es positivo porque ayuda a no exponerse a situaciones un tanto ridículas. El no tener vergüenza es en ocasiones aún mucho más positivo porque permite actuar con menos esfuerzo, con más liviandad.
Pero no es lo mismo no tener vergüenza que ser un Sinvergüenza.
El Sinvergüenza actúa sin atenerse a las reglas y acostumbra a no tener ningún miramiento hacia l@s demás. El Sinvergüenza es una persona falta de decencia y de dudosa moralidad. Es aquel que no tiene principios y a quien le importa muy poco cómo afecta su comportamiento a quién tiene a su lado. El Sinvergüenza no duda en ocultar la verdad y no se molesta en dar explicaciones. El Sinvergüenza es un ladrón de sentimientos...
Es más, creo que el Sinvergüenza se alimenta de la ingenuidad del próximo y además lo hace con tal habilidad que es difícil desenmascararl@.
Pues ahí se le indigeste!
Has hecho muy buena descipción de lo que es un sinvergüenza. Pero yo los capisco al vuelo, a mi no me engañan Mejor dicho, puede que me engañen una o dos veces, pero a la tercera va la vencida. En mi vida tengo la desgracia de estar rodeada de algún que otro sinvergüenza y caradura.
ResponderEliminarBueno, de todo se aprende
Un beso guapa
Otro para ti! Sí en algún momento de despiste siempre quedan al descubierto y de ahí a la hoguera!
ResponderEliminarMuy buen post Helena, has dado en el clavo...Otro día podias escribir sobre la diferencia entre ineducado y maleducado...
ResponderEliminarLe daré una vueltas a ver qué sale..:-)
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