Hará unos quince años que escuché por primera vez este término, fue durante mi periplo por el mundo de la comunicación y la publicidad. Por aquel entonces yo sólo había oído hablar de fidelidad en las relaciones afectivas y me sorprendió ver cómo se aplicaba a las relaciones laborales.

Ahora (un ahora relativo por que ya llevo la friolera de doce años) que tengo mi propio negocio he entendido el pleno significado del concepto y más en estos tiempos en los que la gente no está precisamente como para comprar humo...
Es muy emocionante recibir nuevos clientes, además de un gran e imprescindible estímulo, pero a nivel personal el hecho de que un mismo cliente repita representa una gran inyección de autoestima.
Entiendo que esto es la fidelización, devolverle a la gente que ha confiado en uno los motivos suficientes para que vuelvan a hacerlo.
Y vuelven... cosa que mellenadeorgulloysatisfacción!
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