Reconozco que a mi los puntos medios me cuestan un montón (por no escribir "un huevo" que es más gráfico pero una cosa es decirlo y otra escribirlo...); si como como, si quiero quiero, si amo amo, si me comprometo me comprometo, si es si es si, si es no es no, si...

La cosa es que ayer decidí hacer puente, no pisar el taller ni oír hablar de él... a media mañana suena mi teléfono, mi socia: "Helena, ha llamado una cliente para venir a comprar una mesita, no estoy en Barcelona, te ocupas tu?" "Pues casi que no, que espere al lunes..." Pero inmediatamente mi siempre persuasivo Pepito Grillo, empezó a comerme la oreja y la conciencia, que es más sensible, y cómo no, devolví la llamada y una hora después estaba abriendo el taller y atendiendo a la amable mujer, que claro también ella tiene sus tiempos...
El trámite no se alargó más de cincuenta minutos, así que saqué cuentas y pensé "una hora muy bien pagada, ha valido la pena"...
A fin de cuentas cambiar la decisión de mi ritmo de día no supuso renunciar a nada importante, es más me produjo cierta tranquilidad. Hice lo que "tenía" que hacer, seguí haciendo lo que quería hacer y todos más contentos...
A fin de cuentas cambiar la decisión de mi ritmo de día no supuso renunciar a nada importante, es más me produjo cierta tranquilidad. Hice lo que "tenía" que hacer, seguí haciendo lo que quería hacer y todos más contentos...
Igual es que estoy empezando a "compensar"!
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