Todos estaremos de acuerdo en que las moscas son unos insectos molestos y desagradables, revolotean a tu alrededor ajenas a los manotazos, no respetan tu sueño ni tu alimento, sólo su zumbido hace que te pongas en alerta e instintivamente trates de ahuyentarlas.
Matar una mosca no acostumbra a producir ningún cargo de conciencia, es más resulta incluso un alivio cuando uno consigue darle caza y con golpe certero logra dejarla fuera de combate.

Después llegará la dueña del manto, su único esfuerzo habrá sido tejerlo y tras esperar agazapada disfrutando del prisma que refleja la luz a través de su obra, se dispondrá para el banquete.
Una menos!... pero las moscas nunca vienen solas... siempre aparece otra...
Aaayyy que bueno es tu blog y más si te conocen...
ResponderEliminarLa foto un poco rara y más si te conocen...
rara,rara,rara.... pero molamogollón!
ResponderEliminarGracias corazón...ganas de verte