Páginas

10 de septiembre de 2011

Cuando Te digo Chino, Chino...

...chinito del aaalma, tú me conteeestas, chinita de amor!

Ayer cené en un restaurante chino, pero un chino chino no un chinilandia. La verdad es que comimos muy bien: surtido de empanadas al vapor, una verdura que le llaman "corazones" y un pescado al horno con jengibre y arroz blanco. 
Estábamos solos en el restaurante, pero solos solos, ni una mesa más ocupada, así que la dueña se dedicó a nosotros dándonos, en un perfecto espachinglish, las pertinentes explicaciones de lo que estábamos comiendo, sus beneficios para la salud y algunas costumbres propias de su región. 
Ya en los postres le preguntamos cómo se traducían algunas palabras y la mujer se presentó en nuestra mesa con un diccionario español-chino / chino-español que de tan usado tenía más aspecto de un antiguo libro de hechizos que de un diccionario.
En una de éstas me sonó el móvil y me levanté de la mesa para contestar, entonces vi que encima de un mueble tenían una pila de periódicos chinos, me apasiona su caligrafía y le pedí a la mujer si sería posible que me regalase algún ejemplar viejo. Ella, encantadora, no dudó ni un segundo en concederme el capricho; sin preguntar para qué los podía querer, pues era evidente que chino no hablo, me trajo a la mesa un montón de ejemplares... 
Estoy encantada, el lunes me los llevaré al taller.
¿Otra mierda más ahora que estamos de limpieza? Noooo!.
Los voy a utilizar para forrar alguna pieza o incluso como papel de regalo.
Ya os mostraré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario