En el taller me encuentro muchas veces con clientes que traen a restaurar sillas con el asiento de rejilla (de mimbre) roto.
Siempre hacen la misma pregunta: ¿No se puede coser el trozo desgarrado?. Pues no señ@r, se tiene que cambiar entero.
Hay ocasiones que en las relaciones con la gente pasa lo mismo (de nuevo). Si se cuidan pueden durar mucho tiempo, toda una vida incluso...Pero llega un día, en algún momento, que ya sea de tanto usarlas, o ya sea por descuidarlas, empieza el imparable desgaste. Hasta que se rompió. Y ya no tiene solución, hay que cambiarlo entero.
Por suerte el soporte, o sea la propia silla, sí se puede reparar. La limpias, la hidratas, la consolidas, la pones guapa con una renovación de barniz y por supuesto le haces una nueva rejilla...
Y ya la tienes lista para toda otra vida!
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