De vuelta del taller a casa iba caminando delante mío un personaje con un look muy estudiado. Conjuntado con bermudas y chaleco tejano, gorra negra de visera con rejilla, sandalias a juego y perrito carlino...Se le veía encantado consigo mismo. Por un momento pensé : "cómo se puede tener tan mal gusto".
De inmediato me giré sobre mis talones con la sensación de que podía tener a alguien detrás mío pensando lo mismo de mi...
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