Tenía un amigo que a su vez tenía un hermano psíquicamente discapacitado. Su madre, profundamente creyente, le decía resignada y agradecida a la vez: "Dios te ha dado todo lo que a tu hermano le falta"...Razón no le faltaba, no tanto por lo de Dios, sino porque mi amigo era efectivamente un lumbreras.
Sin que necesariamente se den estas circunstancias, esto es algo muy habitual en la vida corriente. Siempre nos encontraremos con alguien al que le sobra lo que al otro le falta...y que además se lo cree.
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