Una de las cosas que más me desespera de mis ineludibles tareas domésticas es la compra en el Super. En realidad y precisando un poco más, no es la compra en si lo desesperante si no el momento "acomodarla en mi carrito". Me esmero al ponerlas en la cinta en hacerlo con cierto orden (mi orden) para que al guardarlas, las patatas no chafen los tomates, o los rollos de papel higiénico no me impidan que quepa nada más... bueno es casi una tarea inútil. Como por arte de magia cuando llegan al final,una vez han pasado por su correspondiente lector electrónico, Toma Geroma! todos los productos que habían sido pensadamente seleccionados por orden de introducción, están amontonados en forma de montaña inestable y descriteriada.. que desespero...rebuscar entre el amasijo de limpiadores, espaguetis, tomate triturado... y volver a rehacer el orden.
A toda mecha que se impacienta el siguiente!
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