Hace ya muchos años que en casa desterramos la tradicional pastilla de jabón por su versión en gel con dosificador. No se muy bien por qué llegamos a esta decisión pero un día arrinconamos la jabonera y en su lugar apareció sobre la pica el "innovador" recipiente que con una ligera pulsación te entrega la dosis precisa para tu aseo puntual.
Lavarse las manos ha sido durante este tiempo una simple acción higiénica... Pero desde hace unos días he descubierto lo placentero que resulta coger una pastilla que previamente mojada acaricia tus manos a la vez que te va regalando su cuota de espuma, directamente proporcional al tiempo que la mantengas entre los dedos y después, con la misma sutileza, se desliza de nuevo a su nido coloreando el habitual blanco de la cerámica a la espera del siguiente turno...
Lavarse las manos ha sido durante este tiempo una simple acción higiénica... Pero desde hace unos días he descubierto lo placentero que resulta coger una pastilla que previamente mojada acaricia tus manos a la vez que te va regalando su cuota de espuma, directamente proporcional al tiempo que la mantengas entre los dedos y después, con la misma sutileza, se desliza de nuevo a su nido coloreando el habitual blanco de la cerámica a la espera del siguiente turno...
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