De niña tenía una gata, se llamaba Cascabeles y una abuela, Casimira
("y no ve nada" decía ella).
Tengo pocos recuerdos, de la una y de la otra, pero hay algo que no olvido: acompañaba los bikinis (mixtos según dónde) con colacao (mi abuela, claro).
Yo he mantenido esta costumbre (leche entera, fría y colacao a medio remover) y trataré de transmitírsela a mis nietos, mis hijos no me secundan...
No hay que perder la tradición! (...gato ya tengo...)
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