
Uno de los mejores momentos del día es cuando me voy a acostar.
Unos leen, yo imagino.
Ritualmente dedico unos minutos antes de dormirme en pensar y recrear alguna situación que me produzca felicidad. Según las épocas puedo pasarme meses con la misma fantasía.
Tengo una que me encanta: Mi Príncipe Azul.
Hace poco coincidimos en la vida real y a pesar de mis años, no pude evitar reaccionar como una niña frente a una escena tan inocente como ésta:
Yo estaba sentada, charlando. Él pasó por mi lado y sin detenerse se giró hacia mí y me dijo "el próximo baile contigo".
Creo que mi sonrisa me delató, pero no le di la oportunidad. De pronto me descubrí el resto de la velada escondiéndome...
No quiero que se convierta en Mi Sapo Verde!
No hay comentarios:
Publicar un comentario