Quizás si fuésemos un poco más realistas evitaríamos caer en actitudes poco saludables para nuestro equilibrio, porque seguro que si subimos demasiado alto la caída será también demasiado fuerte.Ilusionarse está muy bien pero ojo porque la frontera con la idealización es muy fina y al mitificar siempre nos encontraremos en una posición de inferioridad que nos hará actuar, en el mejor de los casos, de forma torpe y apresurada.
Y para colmo cuando nos demos cuenta de que el olmo era un peral ya no nos gustarán las peras!
No hay comentarios:
Publicar un comentario